martes, 5 de febrero de 2013

20120524 La última mentira.

Está todo el mundo así. Desanimado como tú, pero también veo lo que se está haciendo a la sombra de los telediarios. Un nuevo mundo está por venir y esto no es una utopía. Estoy viendo una explosión de generosidad como no la he visto nunca. Está claro que estamos dominados por cuatro que se hacen llamar así mismos tecnócratas y que se creen que controlan en mundo porque ellos son más listos y la gente es tonta. Ya empieza a notarse una alta calidad de comprensión de la situación por la gente de la calle. La masa crítica no es tonta. Es como cuando eres pequeño y tus padres abusan sexualmente de ti. Sabes lo que está pasando y lo que quieres es saber cómo puedes trascenderlo. Como puedes salir de ahí. Es cuestión de tiempo y un poco de arrojo. Nunca hemos estado solos y si no viene nadie a ayudarnos, nos ayudaremos nosotros mismos porque no lo necesitamos. Somos suficientes y autosuficientes.

Yo ya te puedo dar pruebas de que se está creando una doble sociedad que dentro de muy poco va a ser mucho más fuerte que la de cartón piedra de los gobiernos. La gente está ya empezado a confiar en otros que no conocen para empezar a construir de manera colectiva. Ya hay establecidas cooperativas integrales en muchas ciudades (que abarcan todos los servicios y las necesidades de los ciudadanos), repartiendo trabajo, asistencia sanitaria, asistencia social, asistencia legal y un largo etc. de servicios "al margen de la ley" pero sin incumplirla. Cada día nacen en algún país del mundo nuevas monedas de intercambio. Hay gente cediendo tierras y edificios para que otros las organicen y las trabajen en una explosión de generosidad como no se había imaginado nunca. Las buenas ideas están tomando forma y sobre todo están tomando espacio.

Estoy viendo muchas cosas que me están dejando perplejo, mientas los bipartidos juegan a su pan y circo con banqueros y dirigentes continentales. Sabemos que su objetivo es la destrucción. La situación es muy deprimente, pero estoy rodeado de gente que, con sus acciones, me hace ya disfrutar del final del túnel del terror. Es poca la gente muy concienciada, pero mucha la que está esperando un clavo ardiendo al que asirse para poder cambiar sus vidas, que ya desde hace tiempo no son lo que debieran. Ya nos hemos quitado el peso de la culpa inculcada. Ya nadie se cree la mentira. Ya nadie quiere seguir viviendo de esta manera. Sólo unos pocos que ya incluso empiezan a dudar de lo que creen y crean a diario.

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